Cuando estaba en la selección, los jueves, hacíamos un partido con el Zaragoza.
La selección juvenil entrenábamos con el Zaragoza y el jugador que más me impresionó fue Lapetra. Como persona y como jugador.
No tenía mucha confrontación con ellos pero jugando el partido, el que te animaba, el que te decía, pues venga chaval que esto va bien. Carlos Lapetra era muy majo, sí.
Entonces estaba César de entrenador del Real Zaragoza y jugaban, Marcelino, los hermanos Lapetra.
Entonces el Zaragoza estaba muy bien, o sea, no tenía problemas para quedarse en Primera División.
Cada jueves jugábamos contra ellos, sí.